No hay nada como...

Reencontrarte un sábado por la noche con los panas que hacía como 7 años que no veía, tomarnos unas cuantas (muchas) birras, jugar pool y acordarnos de cuando nos conocimos todos hace 12 años...

Despertarte el domingo como a las 2 pm, y levantarse con olor a café recién hechecito: "De Costa Rica!!!" me dice mi anfitrión, encontrarme la mesa servida con cereal Special K de frutas rojas (el que a mi me gusta) con leche descremada (como yo la tomo) jugo de naranja (como todas las mañanas) y el toque exótico del desayuno: matzos con queso.

Salir a correr por El Retiro, con un sol divinisimo, tanto que terminé con la chaqueta anudada en la cintura y corriendo sólo con una camiseta sin mangas. Poder hacer los estiramientos con calmita echada en una gramita de la entrada del parque, hablando pajita con el pana y sentir la satisfacción de que aunque no sé exactamente cuantos km's corrí, fueron unos efectivisimos 50 minutos.

Una buena ducha y salir a comer sushi en un restaurant de unos venezolanos, donde nos trataron como reyes y comimos como tales. TODO delicioso, los TEQUEÑOS!!!! la tempura de vegetales y los roll's. Hacía tiempo que no comía tan buen sushi. (tengo fotos!!! las monto mañana!!!!)

La cámara de mi celular es muy mala, esta fue la única que salió bien.

Volver a Tarragona con los trámites hechos y esperando que llegue el viernes.

Y aquí estoy, de vuelta en la uni... sin nadie que me haga el café, ni quien me despierte con la mesa servida para desayunar, ni que me acompañe cuando salgo a correr... pero contenta... además vuelvo a Madrid en 4 semanas.