Hace un par de años fui a una especie de campamento de becarios de doctorado que se llama Campus de Excelencia. No era en realidad un congreso porque no había eminencias de un tema en específico, nos reunieron a los supuestamente 85 mejores becarios de España y nos metieron una semana en un hotel en Fuerteventura (Gran Canaria). Nos hicieron escuchar charlas y conferencias desde las 9 am hasta las 7 pm. Estas charlas eran dadas, tanto como por nosotros mismos (los becarios) como por una cantidad burrera de personalidades : 12 premios nóbeles de física, química, medicina y economía (eso fue la bomba se los juro), ex-ministros de varios países, rectores y vicerectores de muchas universidades, presidentes de varias fundaciones de investigación y de temática ambiental... de verdad, había mucha gente importante.
Recuerdo que un día almorcé con un asesor del FMI que resultó ser un señor MUY simapático, hablamos mucho de la economía de latinoamérica y me contó un montón de cosas para explicarme porque (según su teoría) estamos como estamos (o estábamos hace 2 años...). Ese almuerzo lo disfruté mucho en serio.
Y bueno, resultó que el día que me tocaba hacer mi presentación, el salón donde hacíamos las presentaciones los estudiantes estaba ocupado en un evento con la televisión, así que nos mudaron a una sala de conferencias más grande, y en lugar de hablar desde la parte de adelante de un salón pequeño, nos tocó exponer en una sala de conferencias encaramados en una tarima y hablado detrás de un cosito donde estaba pegado el micrófono. A mi la verdad no me gusta nada cuando en un congreso me me toca hacer la exposición detrás del cosito, porque no puedo moverme mientras hablo. Y yo para calmar los nervios necesito dar pasitos mientras expongo.
Total que cuando me tocó exponer, no me quedó más remedio que dar pequeños pasitos hacia adelante y atrás mientras hablaba, siempre pegada al micrófono en el cosito... y de repente no sé que pasó, me fui mucho hacia un lado y cuando fui apoyar el pie me encontré con el vacío...
Había pelado el borde de la tarima y estuve a punto de caerme ES-TRE-PI-TO-SA-MEN-TE, menos mal que en el suelo habían unas cajas en las que pude apoyarme y no me caí. Pero recuerdo clarito oir a la gente en la sala tomando aire abruptamente cuando hice el amago de caerme... y las posteriores risitas cuando volví a pararme frente al cosito para pedir disculpas y seguir con la presentación. La última lámina de mi corta exposición de 15 min tenía esta foto:
Y lo que dije con esa foto de fondo fue algo así como que los futuros investigadores (osea nosotros) teníamos que ser más curiosos que nunca, "Curiosos como Mishu" dije. Ahora que en muchos campos todo parece que está dicho o sabido, es cuando tenemos que fijarnos en los más pequeños detalles para aplicar nuestros conocimientos y resolver incógnitas o problemas que ayuden a la humanidad a seguir adelante en todos los sentidos.
Tengo que reconocer que el discurso y la foto gustaron, y recibí felicitaciones de mucha gente, tanto estudiantes como "famosos".
Luego esa noche, mientras cenábamos en el restaurant y comentábamos las actividades del día, le comenté a mis amigos lo terrible que me había sentido cuando casi me caigo en la tarima, y para mi sorpresa, a la mayoría le tomó varios segundos recordar lo que había pasado, todos se habían quedado con la foto de Mishu y habían olvidado algo súper vergonzoso de la presentación.
Mis compañeros evidentemente no lo hicieron conscientemente, seguro que hubiera sido muy divertido para más de uno recordar el episodio de la caída para reirse luego...
Y es aquí donde voy a sacar lo que quiero decir con este post y que creo que tiene relación con el post anterior de mi hermanita. En el día a día nos pasan muchas cosas, y creo que es SUMAMENTE importante que aprendamos a quedarnos con las cosas bonitas y agradables... y simplemente dejar pasar las cosas no tan agradables...
Así como escogemos no rodearnos de assholes, también debemos escoger los pensamientos con los que no quedamos, muchas veces no podemos cambiar las cosas que nos pasan, pero sí podemos cambiar cómo nos sentimos con respecto a ellas.
Espero que todos estén teniendo una buena semana!!!!
Jackie querida: verdad que no hay nada como ir a perderse en las verdes colinas escocesas para olvidarse de los rollos??? jajajajajaja me encanta esa terapia friend...
Así como escogemos no rodearnos de assholes, también debemos escoger los pensamientos con los que no quedamos, muchas veces no podemos cambiar las cosas que nos pasan, pero sí podemos cambiar cómo nos sentimos con respecto a ellas.
Espero que todos estén teniendo una buena semana!!!!
Jackie querida: verdad que no hay nada como ir a perderse en las verdes colinas escocesas para olvidarse de los rollos??? jajajajajaja me encanta esa terapia friend...